El día que Perón echó a los Montoneros
Siempre lo supimos.
Perón fue la síntesis y conducción de la puesta en marcha en Argentina del Histórico Proyecto Nacional y Popular Latinoamericano que expresa la voluntad de liberación y recuperación de la soberanía y dignidad de los pueblos oprimidos.
Evita y el Che son su máxima expresión del siglo XX en esta lucha que ya lleva casi 500 años.
Perón le aportó la conducción, organización y concepción doctrinaria a esta etapa fundamental.
Pero el PROYECTO no se agota en esa conducción, esa organización ni esa doctrina, aunque siempre la llevemos bien alta en el lugar más privilegiado de nuestro corazón.
Los conceptos difusos y amplios pero aglutinantes y convocantes que bien pudieron haber surgido con las primeras ideas emancipadoras de los hombres de Mayo, hoy van apareciendo mas nítidamente en la disyuntiva "Oligarquía o Pueblo"; "Poder para Grupos Económico o Poder para la Democracia".
Esa diferencia y esa discusión se planteó también nítidamente el 1ro. de Mayo de 1974 cuando fuimos a la Plaza.
Lopez Rega era el siniestro brazo ejecutor de esas oligarquías y esos grupos de Poder Económico que bajo una cómoda ubicación de "retardatarios" en realidad solo querían que nada cambie.
Que la sangre sea negociada.
La burocracia residual del Vandorismo se exhibía triunfante habiendo entregado todas las banderas del movimiento obrero.
Isabel ya había sido absorbida por estas siniestras versiones de la entrega y nuestro amado conductor, que solo miraba a través de los ojos que lo cercaban, entregaba sus últimas fuerzas a favor de un Pueblo del que apenas podía oír sus reclamos, "la más maravillosa música".
Evita ya no estaba para amplificar esa voz multitudinaria y reclamante.
"El Viejo", sólo era "El Viejo".
En ese contexto se alzó la voz "imberbe" que había entregado y entregaría tanta sangre.
Perón ya no podía oir a "esos estúpidos que gritan". La Plaza ya no era la misma. No había razones para quedarse.
Vendrían luego muchas derrotas amargas y dolorosas para construir esta victoria que estamos levantando hoy.
Es un camino largo en el que aún falta mucho y sabemos que la lucha no habrá de terminar.
Hoy más que nunca se expresa tan claramente. Como también y para que no nos confundamos, queda claro que La Lucha, con sus victorias y derrotas, son de los Pueblos. Solo al Pueblo le pertenece.
Cada uno de los que participamos, en el puesto de lucha que fuera, siempre importantes, somos solo una circunstancia. Desde el lugar que debamos honrar esta lucha y esta participación.
Los demás, que sigan hablando de "el día que Perón echó a los Montoneros".
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